martes, 1 de julio de 2008

JUAN LUIS PUJOL RUIZ


JUAN LUIS PUJOL RUIZ

Dice Juan Luis Pujol que andaba por la red buscando información sobre Trinidad y se encontró con quien menos esperaba encontrarse, conmigo.
Juan Luis es médico y después de prestar servicios en Venezuela y Paraguay, decidió quedarse a vivir en aquel país del cono sur con su esposa Tahi, médico también. Ahora mismo intenta regularizar su situación y echar para adelante, como tantos cubanos que un buen día toman la decisión de buscarse la vida lejos de la tierra que los vio nacer.

A Pujol lo conocí siendo profesor de filosofía del instituto preuniversitario de Trinidad de Cuba. No le di clases, porque él estaba ya en 12 grado, y yo le daba clases a los chicos de 11 grado. Sin embargo, enseguida hicimos amistad, pues compartíamos el amor por la poesía, por el arte en general, por la literatura.

Recuerdo que la última vez que lo vi, me lo encontré en la calle, allá en Trinidad. Nos saludamos muy efusivamente y me acuerdo que me dijo: “Acabo de ver a una gran amiga nuestra: Yanex Martín”. Me dijo dónde podía encontrarla y allí a verla. Yanex es una gran amiga de los dos, otra de mis queridas ex alumnas, a la que echo de menos y espero poder presentarles algún día, si es que aparecen aquellas fotos que en su día le hice.

A Pujol, le deseo toda la suerte del mundo, y éxito con su blog sobre Trinidad. Quiero también darle las gracias por todos los recuerdos que su presencia traen a mi mente, a pesar del tiempo transcurrido. Ojalá podamos vernos algún día y repetir ese abrazo de hermanos que nos dimos en la calle principal de Trinidad hace ya 3 años. Quiera Dios que no tenga que pasar toda una vida antes de que nos podamos ver en persona otra vez.

TADEO

sábado, 21 de junio de 2008

LA PERRA DE CUBA

LA PERRA DE CUBA

En Cuba por lo general, las personas mantienen un trato con los animales un tanto diferente al que reciben las mascotas aquí en España. He notado que aquí, ellas son casi tratadas como hijos de los dueños, muchas veces sustituyen a estos. Conozco gente que ha decidido no tener hijos, y tiene perros, gatos, peces, aves, etc.

En la isla, esto no es tan así. En muchas casas hay mascotas, pero el trato entre animales y humanos es más distante. Aunque se les tenga mucho cariño, por lo general no se llega a los extremos europeos. He escuchado decir muchas veces, que algunos perros de aquí, viven mejor que algunos cristianos de allá.
Hoy cuelgo estas fotos de la perra de mi casa. Su nombre es Diana, y murió hace ya como 5 meses. Lo curioso es que yo me acabo de enterar hace unas horas. No sé por qué motivos, la familia no me puso al tanto de su fallecimiento. Espero que colgar sus fotos sea una manera de recordarla y de perpetuar su presencia en nuestras vidas.

TADEO

domingo, 8 de junio de 2008

MI AMIGA ARIANIS MENÉNDEZ


MI AMIGA ARIANIS MENÉNDEZ

Acabo de recibir estas fotos, enviadas desde Martinica, por mi amiga Arianis Menéndez Escobar. El otro día me encontré con un comentario suyo en YOUTUBE, y gracias a eso le seguí la pista y conseguí contactarla.
Unos meses atrás ya nos habíamos visto en Trinidad de Cuba, ciudad de la que somos oriundos. Nos saludamos con mucho cariño y conversamos un poquito sobre cómo estaba siendo el regreso a nuestra isla.
Arianis y yo nos conocimos cuando teníamos 11 o 12 años. Formamos parte de ese famoso grupito de 30 estudiantes, 15, chicos, y 15 chicas, que todos los años era enviado a estudiar a la escuela Vocacional Comandante Ernesto Che Guevara, de Santa Clara, provincia de Villa Clara, en el centro del país.
Todos nosotros conformamos una gran familia, y aún hoy nos seguimos queriendo como hermanos, aunque andamos un poco dispersos. Mi deseo es irlos presentando a todos poco a poco. A ver si consigo hacerle fotos a todos, o consigo que ellos mismos me las faciliten.
Arianis Menéndez me recordaba el otro día, que su adaptación a la Vocacional no fue tan fácil. De hecho no terminó el primer año, es decir, el séptimo grado, y se marchó a terminarlo en una escuela de Trinidad. Allí hizo también el octavo grado, para incorporarse nuevamente con nosotros en noveno.
Ese fue el año en que más cerca estuvimos. De ella recuerdo siempre su buen humor, su carácter alegre, su risa contagiosa. Nosotros nos llevábamos siempre muy bien. Creo incluso, que los fines de semana cuando estábamos en la ciudad de Trinidad, pasaba yo por su casa y me la encontraba sentada en la ventana, allí en la calle de la Gloria, y conversábamos mucho y muy animadamente.
Cuando la Vocacional se convirtió en IPVCE, es decir, en Instituto Pre Vocacional en Ciencias Exactas, dejamos de ser compañeros de clase. Ella matriculó la especialidad de Biología, y se quedó en la Unidad 3 (la escuela estaba dividida en 6 microescuelas que llamábamos Unidades) y yo matriculé Física y me sacaron de la Unidad 3, que era donde estábamos antes, y me pasaron a la Unidad 2, sólo con un par de compañeros de mi antiguo grupo: Julio Pomares y Delvis Fraga, de los que ya les hablaré algún día.
Al terminar el bachillerato, Arianis y yo volvimos a coincidir en la Universidad de las Villas. Ella matriculó la licenciatura en Agronomía, en la facultad de Ciencias Agropecuarias, y yo matriculé Ingeniería Industrial. De esos años también tengo recuerdos de vernos allí y compartir. Luego, dos años después, volví a marcharme yo, esta vez para estudiar en la Habana la licenciatura en Historia.
Aquí volvimos a alejarnos. Ella se graduó de Agronomía en 1994, y yo, dos años después. Ese año de 1996 ella se marchó a la Habana a estudiar en la Escuela Internacional de Animación Turística donde se graduó también.
Algún tiempo después se quedó embarazada, se casó y se fue a vivir a Martinica con su pareja, un chico muy agradable a quien conocí estudiando en la Universidad de Las Villas.
Ellos se conocieron cuando ella estaba en segundo año de la carrera, y desde entonces mantuvieron una relación muy estable y bien llevada.
Ahora mismo Arianis ejerce de profesora de Español en aquella isla del Caribe.
Me ha dicho que este agosto que viene, desea reunir a todos los amigos en su casa de la playa La Boca. Pueden pasar esta noticia, pues todos están invitados. Yo me lo perderé, pues no me toca ir a Cuba este verano, qué lástima.
Los que quieran ponerse en contacto con Arianis, pueden escribirle a:
arianis340@hotmail.com
Todos los exalumnos del resto de las escuelas vocacionales del país, están unidos y tienen manera de relacionarse en la red. ¿Por qué los chicos de la Che Guevara andamos todos tan desperdigados? Eso no puede ser. ¿Vamos a ser menos que ellos? A ver si nos vamos acercando poco a poco.
TADEO

martes, 27 de mayo de 2008

MARIBEL RAMOS


MARIBEL RAMOS

Esta chica tan risueña que posa conmigo en medio de un parque habanero, no es otra que mi amiga Maribel Ramos Hernández.

Maribel y yo nos conocimos en el IPVCE (Instituto Preuniversitario Vocacional en Ciencias Exactas) Ernesto Guevara, de Santa Clara. Sin embargo, no fue allí donde trabamos amistad. Eso ocurrió algunos años después cuando coincidimos en la carrera de Licenciatura en Historia, en la Universidad de la Habana. Maribel terminó cambiándose de carrera. Se graduó como socióloga y es una muy buena profesional.

Ella era una de las almas de nuestra facultad. Se dio mucho a querer por todos, y su sonrisa iluminó el alma de todos nosotros por aquellos años 90.

De Maribel tengo 2 recuerdos imborrables:
El primero es que una vez venía caminando por la calle 23, en el Vedado, y vi a Maribel perseguida por un chico que venía en coche y le iba diciendo cosas, y pidiéndole que se subiera, que la llevaba a donde ella quisiera, y mi pobre amiga no le hacía ni caso, pero la imagen era tan graciosa, que todo el mundo se puso a mirar.

Y es que esta chica Escorpio, tenía mucho atractivo y los hombres perdían la cabeza por ella. Alguna vez me contó que procuraba montar lo menos posible en ómnibus de transporte local, sobre todo en esos que van siempre repletos, porque en más de una ocasión se encontró en la desagradable situación de encontrarse con enfermos sexuales que se dedicaban a tocarla o a masturbarse detrás de ella.

Lo otro que no olvidaré nunca, es que precisamente, motivado por esos cuentos que la china (así le decíamos en confianza) nos hacía, un buen día me encontré con ella por casualidad en una de esas guaguas habaneras repletas de gente, creo que una ruta 20 en dirección Habana Vieja.
Al subirme al autobús, me encontré entre toda aquella gente apiñada, el rostro de mi querida amiga. Ella, la pobre, venía con una cara de agobio, como pidiéndole a Dios que el viaje terminara cuanto antes. Yo, poco a poco me le fui acercando, hasta conseguir quedar justo detrás de ella.

Comencé a rozarla con mi cuerpo, y coloqué mi cabeza casi sobre uno de sus hombros. Ella estaba inmóvil y no decía nada, así que yo seguía con mi juego pesado. Terminé dándole un beso en el cuello, y ella no se movía. La pobre. Así que le dije:
-Maribel, ¿a ti te besan el cuello y no dices nada?
Ella sonrió aliviada, me hizo una caricia, y seguimos viaje en aquel infierno de guagua.

TADEO

lunes, 12 de mayo de 2008

MATTY


MATTY

Paseaba por la calle principal de Trinidad de Cuba, frente al nuevo hotel de cinco estrellas IBEROSTAR TRINIDAD, cuando sentí una voz que me llamaba. Miré y no conocía a la persona que me requería. Al acercarme, me encontré toda elegante, trabajando como dependienta de la joyería del hotel, a mi amiga y exalumna Matty. No me pregunten su nombre completo, pues todos la llamaban por su apodo y mi memoria no anda muy bien últimamente.

Nos mostró la tienda y charlamos un poco de nuestras vidas respectivas. Es lindo encontrarse con tus exalumnos, y verlos felices llevando su vida hacia adelante. Puse conocimiento y amor en ellos, y por alguna extraña razón, me siento unido a sus destinos para siempre.

TADEO

lunes, 28 de abril de 2008

EL DOCTOR SOSA


EL DOCTOR SOSA

Yo, como casi todos los cubanos, conocí al Doctor Sosa a través de la televisión, en aquel mítico programa llamado ESCRIBA Y LEA. El no menos mítico panel de historiadores conformado por la Doctora María Dolores Ortiz, el Doctor Gustavo Du’ bouchet y el ya mencionado Doctor Enrique Sosa hacían cada semana las delicias de sus fieles televidentes dando muestra de una cultura enciclopédica y de una memoria de paquidermo.

Algunos años después, tuve la suerte de conocer personalmente a Du’ Bouchet y a Sosa, pues fueron mis profesores de la Licenciatura en Historia, lo mismo que al Doctor Ángel Pérez Herrero, a quien también se podía ver por Escriba y Lea por aquellos años 90 y no sé si todavía hoy.

Estar en clases con aquellos ilustres profesores, disfrutar de sus maravillosas conferencias, era para todos nosotros un verdadero placer y un lujo inexplicable.

Con el Doctor Sosa en concreto, mi relación fue aún más estrecha, pues se encargó de ser el tutor de mi tesis “El Espiritismo en Cuba, aproximaciones a su estudio.” Trabajando con él de tú a tú, pude comprobar en toda su magnitud su sabiduría y su oficio como historiador. También trenzamos una hermosa amistad que duró hasta mi salida de la isla.

Yo me preciaba de ser uno de esos ex alumnos que se podían dar el lujo de tocar a su puerta sin haber anunciado antes su visita. Esto era algo que a Sosa no le hacía demasiada gracia, pues no le gustaba que se le interrumpiera cuando estaba trabajando. De hecho, hasta sus propios familiares se cuidaban de interrumpirlo cuando se encontraba encerrado en su estudio.

Sin embargo, yo me saltaba esa recomendación a menudo. Siempre que quería hacerle un buen regalo a un amigo, lo invitaba a conocer al Doctor Sosa. Me invitaba a pasar a su estudio y allí conversábamos largo y tendido. Tengo recuerdos muy hermosos de nuestras tertulias, a las que invité a más de un buen amigo.

Las cosas que me dijo en privado, forman parte de esos tesoros de mi recuerdo, los cuales llevaré siempre conmigo. Muchas veces me abrió su corazón y me contó muchas de las interioridades de su vida.

Una tarde pasé por su apartamento situado entonces en el edificio que está en una de las esquinas de calle Línea y Paseo, para presentarle a mi entonces novia y hoy esposa. Él accedió a hacerse conmigo esta foto, así en ropa de andar por casa, y que ahora comparto con ustedes. Siempre lo incluyo en mis rezos y pido por su alma. Nunca lo olvidaré y lo tendré siempre como uno de mis grandes maestros.

TADEO

miércoles, 23 de abril de 2008

ALCIDES MONTENEGRO, MI GRAN AMIGO





ALCIDES MONTENEGRO, MI GRAN AMIGO

Aquí les dejo las fotos que me acaba de mandar mi gran amigo Alcides Montenegro García. Alcides y yo nos conocimos en la escuela vocacional Ernesto Guevara de Santa Clara. Él es de Báez, y estaba en el grupo de Placetas, mientras que yo estaba, lógicamente, en el grupo de Trinidad.
Durante esos primeros 3 años de la secundaria, tuvimos poca o ninguna relación, pero una vez llegados al décimo grado, la escuela fue convertida en IPVCE (Instituto Preuniversitario Vocacional en Ciencias Exactas) y nos cambiaron de Unidad, (la escuela estaba dividida en 6 unidades, que eran como escuelas individuales que se unían en una sola mega escuela). Pasamos de la Unidad 3, a la Unidad 2. Allí caímos en el mismo grupo.
Nuestro grupo era muy peculiar. Éramos chicos de varios municipios y de varias provincias, y éramos 27 estudiantes, 23 varones y 4 hembras.
En cuanto empezamos a formar nuestros grupos de amistades, yo me quedé solo, pues de mi antiguo grupo sólo venían dos chicos, y como se emparejaron enseguida, me quedé un poco en el aire respecto a compañía. Debo decir de todos modos, que yo nunca fui mucho de asociarme a unos o a otros. Siempre dejé que eso de ir a comer o a pasear dentro de la escuela, se diera de manera natural.
Sin embargo, Alcides y yo cada vez empezamos a coincidir más y más, y llegó un momento en que nuestra amistad se hizo muy estrecha. Lo hacíamos todo juntos, lo compartíamos todo.
En esos tiempos en que la crisis económica se agudizó en la isla, Alcides y yo empezamos a compartir la pasta dental, el jabón de baño, etc. Nos visitábamos pasando fines de semana uno en casa del otro, etc.
Luego, ya en la universidad de Las Villas, en la provincia de Santa Clara, seguimos manteniendo nuestra relación, aunque ya no tan estrecha como antes pues estudiábamos carreras diferentes: él, Arquitectura, y yo, Ingeniería Industrial.
Dos años después, abandoné yo mis estudios de ingeniería, y me marché de aquella universidad. Me fui a estudiar la licenciatura en Historia en la Universidad de la Habana. Sin embargo, seguimos en contacto y la amistad no se perdió.
Hoy Alcides vive en los Estados Unidos, en Miami, y gracias al correo electrónico nos mantenemos en contacto. Dice él que soy la única persona de la Vocacional con la que aún mantiene la amistad. Creo que no hay nada más hermoso que saber conservar las amistades. Ojalá algún día, no muy lejano, podamos invitarnos uno al país del otro para volver a compartir como en aquellos años hermosos de la adolescencia en Cuba.
TADEO