martes, 27 de mayo de 2008

MARIBEL RAMOS


MARIBEL RAMOS

Esta chica tan risueña que posa conmigo en medio de un parque habanero, no es otra que mi amiga Maribel Ramos Hernández.

Maribel y yo nos conocimos en el IPVCE (Instituto Preuniversitario Vocacional en Ciencias Exactas) Ernesto Guevara, de Santa Clara. Sin embargo, no fue allí donde trabamos amistad. Eso ocurrió algunos años después cuando coincidimos en la carrera de Licenciatura en Historia, en la Universidad de la Habana. Maribel terminó cambiándose de carrera. Se graduó como socióloga y es una muy buena profesional.

Ella era una de las almas de nuestra facultad. Se dio mucho a querer por todos, y su sonrisa iluminó el alma de todos nosotros por aquellos años 90.

De Maribel tengo 2 recuerdos imborrables:
El primero es que una vez venía caminando por la calle 23, en el Vedado, y vi a Maribel perseguida por un chico que venía en coche y le iba diciendo cosas, y pidiéndole que se subiera, que la llevaba a donde ella quisiera, y mi pobre amiga no le hacía ni caso, pero la imagen era tan graciosa, que todo el mundo se puso a mirar.

Y es que esta chica Escorpio, tenía mucho atractivo y los hombres perdían la cabeza por ella. Alguna vez me contó que procuraba montar lo menos posible en ómnibus de transporte local, sobre todo en esos que van siempre repletos, porque en más de una ocasión se encontró en la desagradable situación de encontrarse con enfermos sexuales que se dedicaban a tocarla o a masturbarse detrás de ella.

Lo otro que no olvidaré nunca, es que precisamente, motivado por esos cuentos que la china (así le decíamos en confianza) nos hacía, un buen día me encontré con ella por casualidad en una de esas guaguas habaneras repletas de gente, creo que una ruta 20 en dirección Habana Vieja.
Al subirme al autobús, me encontré entre toda aquella gente apiñada, el rostro de mi querida amiga. Ella, la pobre, venía con una cara de agobio, como pidiéndole a Dios que el viaje terminara cuanto antes. Yo, poco a poco me le fui acercando, hasta conseguir quedar justo detrás de ella.

Comencé a rozarla con mi cuerpo, y coloqué mi cabeza casi sobre uno de sus hombros. Ella estaba inmóvil y no decía nada, así que yo seguía con mi juego pesado. Terminé dándole un beso en el cuello, y ella no se movía. La pobre. Así que le dije:
-Maribel, ¿a ti te besan el cuello y no dices nada?
Ella sonrió aliviada, me hizo una caricia, y seguimos viaje en aquel infierno de guagua.

TADEO

lunes, 12 de mayo de 2008

MATTY


MATTY

Paseaba por la calle principal de Trinidad de Cuba, frente al nuevo hotel de cinco estrellas IBEROSTAR TRINIDAD, cuando sentí una voz que me llamaba. Miré y no conocía a la persona que me requería. Al acercarme, me encontré toda elegante, trabajando como dependienta de la joyería del hotel, a mi amiga y exalumna Matty. No me pregunten su nombre completo, pues todos la llamaban por su apodo y mi memoria no anda muy bien últimamente.

Nos mostró la tienda y charlamos un poco de nuestras vidas respectivas. Es lindo encontrarse con tus exalumnos, y verlos felices llevando su vida hacia adelante. Puse conocimiento y amor en ellos, y por alguna extraña razón, me siento unido a sus destinos para siempre.

TADEO