
EL LIBRO DE LECTURA DE SEXTO GRADO
Nunca he sido un gran lector. Siempre digo lo mismo, aunque casi nadie me cree. La mayoría de la gente que me conoce, supone que soy uno de esos que se pasa la vida saltando de un libro a otro. Pues no, no soy de esos. Me he dedicado a vivir más en mi vida real que en la vida de los libros.
Es cierto que he leído unas cuantas docenas de libros, pero casi todas, han sido lecturas obligatorias de estudiante. Cuando colgué los guantes de mi vida estudiantil, y colgué mi título de historiador en la pared de mi casa, mi nivel de lecturas decreció considerablemente. Incluso, debo decir que en los últimos 3 años, más que a leer, me he dedicado a escribir.
Nunca me ha atraído la literatura de ficción. No leo para entretenerme. Sólo leo esos libros que supongo dicen algo que yo deseo aprender, conocer.
Sin embargo, hace poco acabo de encontrarme con esta imagen, el libro de lecturas cubano de sexto grado, y se agolparon en mi mente muchísimos recuerdos.
Yo adoraba estos libros. Tengo en la mente aquella cuartilla con la que aprendí a leer en primer grado, el libro segundo de lectura, también del primer grado, y luego el resto de libros de lectura, hasta llegar a éste de la imagen, el libro de sexto grado. Pocos libros me acercaron tanto a la lectura como estos.
Recuerdo que los profesores no tenían que pedirme que leyera las lecturas correspondientes. Yo mismo, por decisión personal, lo hacía con gran placer. Creo que si estos libros de textos consiguieron esto en mí, que no me considero un gran lector, es porque en verdad, estaban muy bien hechos.
Aparecían en ellos, lecturas en prosa y poesía, de grandes maestros de las letras, en muchos casos, textos escritos especialmente para estos libros, todos, acordes a la edad de sus destinatarios. De esta manera consiguieron armar verdaderas joyas literarias con las que aprendimos a leer y nos acercamos al universo de la lectura millones y millones de cubanos.
¿Seguirán siendo estos, los libros de lectura que se usan hoy en día en Cuba? No lo sé, puede que se hayan roto ya, y no se hayan vuelto a editar. Tendré que averiguarlo. O a lo mejor alguno de mis lectores cubanos pasa por aquí y me saca de la duda.
TADEO