viernes, 7 de marzo de 2008

LA CASA DE LA CULTURA


LA CASA DE LA CULTURA

En mi último viaje a Cuba, al pasar por La Casa de la Cultura, allá en mi ciudad natal, Trinidad, me encontré en aquella casona enclavada en la calle del Rosario, muy cerca de la casa parroquial, a uno de los tantos conjuntos de música tradicional cubana que se gana la vida ofreciendo su arte a los curiosos visitantes.

Este inmueble espacioso y acogedor, era la antigua casa de la familia Hart. Aquí nació y vivió Armando Hart Dávalos, quien fuera durante muchos años ministro de Cultura de Cuba. En mi casa, le llamaban Armandito, tal vez porque su padre se llamaría del mismo modo, no lo sé. Me contaba mi madre que el padre de Armando y de Enrique Hart, venía a mi casa para que Pepillo Salabarría, el tío de mi madre, quien era zapatero, le arreglara los zapatos a sus hijos cuando se le rompían. Dice mi madre que el papá Hart era un poco tacaño, y que prefería tirar de zapatero remendón, antes que gastarse el dinero en zapatos nuevos.

Muchos años después, en aquella casa devenida en institución cultural sonaban la guitarra, el tres, el contrabajo, la clave y las maracas, en las manos de aquellos músicos ya ancianos.

Sus sones invitaban a pasar y escucharlos, y ellos, ávidos del oro verde del extranjero, nos observaban, nos devoraban con la mirada, y usaban ese extraño lenguaje no verbal para suplicarnos unas monedas. Allí, en el sombrero que usaban como porta monedas, les dejamos algo de dinero, y les robamos esta foto que ahora presento para el disfrute de todos.

TADEO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tadeo sabés que yo conozco ésta casa de la enciclopedia Encarta? creo que pusiste otra hace mucho con una señora, verdad?
Me parece muy bien además de ponerles unos mangos en el sombrero a los muchachos les publiques la foto en tu blog, sería muy bueno que ellos lo supieran, aunque me imagino que muchos turistas se habrán llevado su foto también.
saludos.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Anónimo:
Muchas gracias por pasar y dejarme tu hermoso comentario. Besitos:
Tadeo