jueves, 5 de abril de 2007

MI CUBA LINDA


La primera vez que puse un pie fuera de Cuba, fue en 1998. Viajé a España para reencontrarme con Julia, mi entonces novia y hoy esposa. Desde entonces se abrió ante mis ojos una nueva manera de pensar y mirar a mi país: la mirada de la nostalgia.


Durante esos dos meses apenas tuve tiempo para echar de menos a mi tierra, pero sería un buen ejercicio preparatorio para lo que vendría después: el quemar las naves, el salir de allí para volver sólo por cortos períodos de tiempo.

Hoy, desde la "madre patria" cierro los ojos para recordar todo eso que he vivido, y que tiene como escenario la gran isla del Caribe donde nací.


Para mi isla, mis primeros recuerdos a toro pasado.


En este blog el lector encontrará una pincelada de mis recuerdos, mis reflexiones sobre lo vivido y todo lo que se me pase por la mente y crea digno de compartir.


Y aquí les va la primera anécdota:

Estando en España, durante mi primer viaje de 2 meses, me puse a ver la televisión y de pronto salió un muro, un muro en primer plano que lo más lógico era que no le produjera a nadie emoción alguna. Yo, sin embargo, salté de mi asiento y grité: "Eso es Cuba". Todos me miraron sorprendidos. Unos minutos después comprobamos que efectivamente, se trataba de una vista de la muralla de la Habana.

Ese día comprendí que cuando estás fuera de tu país, comienzas a verlo diferente, como si cada muro, cada calle, cada farola, te perteneciera de un modo especial. Es entonces que abres los ojos a esa isla que llevas y llevarás dentro de ti para siempre.

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