sábado, 16 de junio de 2007

LA BOTELLA


LA BOTELLA
El transporte en Cuba es una de las pesadillas de los cubanos. Por las condiciones del país, la gente se las ve y se las desea para trasladarse de un sitio a otro. Por eso, el Estado ha dictado leyes para que los medios de transporte estatales no viajen vacíos. Estos tienen la obligación de recoger a los viajeros que necesitan viajar, y hasta se creó un tipo de inspector de transporte encargado de controlar esta peculiar manera cubana de viajar conocida como: "La botella", que es lo mismo que hablar de autostop en Europa.
Creo que no hay cubano que no haya viajado de este modo alguna vez en su vida, y los que no lo hayan experimentado, son las raras excepciones que confirman la regla.
Hay varias maneras de hacer autostop en Cuba: una es la que se hace en las ciudades como La Habana, por ejemplo, donde es muy habitual encontrarse a personas parando coches o lo que sea, en los semáforos. Luego está esta otra forma que aparece reflejada en la imagen, que es parar un transporte para que te lleve de una ciudad a otra. Esta es más complicada y difícil, pero a la vez, más aventurera y memorable.
Muchas veces viajé de este modo. Lo peor era cuando tenía que ir a mi capital provincial Santi Spíritus obligado por el trabajo a recibir preparación metodológica. El ministerio de Educación no me ponía transporte, pero me exigía desplazarme, muchas veces de este modo. Cosas de la isla.
Ahora bien, desde la distancia, con esa capacidad que tiene la mente humana de apartar lo negativo y quedarse con lo positivo, me quedo yo con el recuerdo del viento en mi cara, los saltos en la cama del camión, las conversaciones increíbles que se daban entre los viajeros, por lo general gente muy dicharachera y representante del cubano de a pie, ahora motorizado por obra y gracia de ese invento llamado "botella".
Miro la imagen y siento entrar en mis pulmones el aire limpio del campo cubano, los olores a guarapo de caña, a tierra húmeda. No lo sé, pero cuando regrese a Cuba, si se me da la oportunidad, me montaré de nuevo en un camión de estos para experimentar otra vez lo que se siente.
TADEO

1 comentario:

jorge xiques dijo...

Mi amigo,cuantos recuerdos de la botella.se conocian personas,se hacian amigos y amigas y hasta se ligaba ¿y cuando estabas en la salida de Sancti Espiritus y no pasaba nada?, y estabas 5 ó 6 horas esperando o cuando paraba algún camión y se montaban 100 personas, ibamos apretados como sardinas en lata y cuando frenaba todos ibamos hacia delante por la inercia.Ya te lo dije Tadeo,!que recuerdos de la botella!....